Nuestra amiga la acelga
por Chicharrín
(tu Chichichef)
Hoy os voy a hablar de una verdura que siempre asociamos con las dietas para enfermos o para perder peso además de considerarla como un alimento de lo más insípido, ya que acostumbramos a tomarla muy hervida lo que hace que no sepan a nada, y que suele ser rechaza por los paladares poco verduleros como el de nuestro amigo El Hombre de las Gafas.
Por suerte para él y todos nosotros existen muchísimas maneras de preparar las acelgas quedando realmente deliciosas y manteniendo todas sus propiedades de entre la cuales destacaría su riqueza en fibra (que la hace ideal contra el estreñimiento) que son muy saciantes, nutritivas y con poquísimas calorías (por lo que son muy recomendables en dietas de control de peso), que tienen un efecto suavemente diurético y al mismo tiempo alivia la irritación de las vías urinarias, que nos aportan hierro (hemos de tenerla presente en casos de anemia) y que su efecto alcalinizante es muy importante para ayudar a remineralizarnos y a mejorar problemas de piel como el acné (después de vómitos y diarreas necesitamos alcalinizarnos y remineralizarnos. Aquí tenemos unas buenas aliadas).
De las acelgas se aprovecha tanto las hojas de color verde como la penca o tallo, es por eso que os voy a recomendar dos recetas: una en la que utilizaremos las pencas y otra en la que el protagonismo será para las hojas.
Cuando cocinamos acelgas tenemos que tener en cuenta algunas cosas: tenemos que lavarlas bien ya que suelen traer tierra; tenemos que controlar bien la cantidad ya que menguan mucho; tendremos que vigilar la sal ya que tienden, como las espinacas, a tomar un fuerte sabor; no cocinarlas demasiado rato ya que si no quedan demasiado "pochas" y liberan ácido oxálico (negativo para los que sufren cálculos renales). Por último recordaros que cuando las acelgas son viejas tienden a amargar, sobre todo la penca y que a la hora de comprarlas es mejor no elegirlas demasiado grandotas ya que son menos sabrosas (las mejores serán las que estén bien firmes y sin manchas).
Pencas de acelgas en salsa vasca
Ingredientes:
Pencas de acelgas (los tallos)
Ajo
Perejil
Harina
Huevo
Aceite
Taquitos de jamón
Primero limpiamos las pencas y les quitamos los hilillos o hebras. Las cortamos en trozos generosos, de unos 8-10 cm. Las hervimos durante 8-9 minutos.
Las pasamos en harina y luego huevo y las freimos un minutillo en aceite. Las reservamos en papel absorbente.
Por otro lado podemos preparar la salsa vasca. Para ello freimos en aceite ajo picado y el perejil sin que llegue a dorar y echamos una cucharada sopera de harina y removemos rápidamente, conseguiremos que espese el aceite pero lo aclaramos con un cazo de agua hasta conseguir la texturas de la salsa. No ha de quedar muy espesa ya que cuando enfria se quedará más espesa si cabe. Así que ser generosos con el agua.Ya tenemos una salsa a la vasca. Ahora echamos los tacos de jamón y los cocemos unos par de minutillos.
Cuando tengamos la salsa hecha, metemos las pencas fritas y las dejamos cocer en la salsa unos 3-4 minutillos para que coja gusto.
Se presenta en el plato y listo....menudo manjar por cuatro perras!!!!
Probarlo que es una triunfada, fácil, delicioso y barato!!! Raviolis de acelgas con salsa holandesa
Ingredientes:
Para los ravioli:
Hojas de acelgas
Queso mozzarela u otro que funda
Nueces picadas
y para la salsa:
Harina
Huevos
Mantequilla
Limón
Escaldamos la hojas de acelga (previo cortando el tallo o pencas, que podreís utilizar para hacer la receta anterior). Las escaldaremos en agua hirviendo durante un minuto. Rápidamente deberiamos enfriarlas a ser posible en agua con hielo para cortar rápidamente la cocción y no se desagan. Un vez cocidas y enfriadas preparamos la hojas para hacer los raviolis. Cortamos parte de la hoja para que no sea demasiado grande o nos cuelguen trozos de hoja...hay que ser curioso con la comida. Si la hoja de acelga tiene todavía un trozo de tallo, para evitar romper el ravioli, lo que haremos es corta parte de ese tallo, pero solo el tallo, evitaremos cortar parte de la hoja. Encima de la hoja pondremos un trocito de queso, luego nuez picada y encima de nuevo otro trozo-lámina de queso para aguantar la nuez. Debemos presionar un poco para que la nuez se aplaste y se pegue con el queso. Ahora con cuidado envolvemos el queso con la acelga. Iremos esquina a esquina e intercambiando los lados para que aguante más el paquetito de ravioli. Podemos presionar con delicadeza para que quede compacto y no se desarme al freirlo. Con harina y agua preparamos el rebozado. No ha de quedar líquido ya que se quedará todo en el aceite, tiene que ser un poco espeso. Después de rebozar el ravioli, los freimos durante 40 segundos más o menos hasta que podamos ver el verde de la acelga y parte del rebozado. La textura al principio es crujiente pero luego con el calor es normal que se hablande un poco. Los escurrimos en papel absorvente (¡¡¡no como en la foto!!!) y los reservamos para emplatar Para la salsa holandesa hay que ser un poco meticuloso y paciente...parece liosa pero es fácil, con un poco de cariño y cuidado seguro que sale.
Ponemos en una ollita unos 150 gramos de mantequilla y la derretimos. La apartamos para que pierda algo de temperatura. En otra olla ponemos agua en el fogón, a fuego medio o poco fuego. Con esto lo que intentaremos será que el agua nunca llegue al punto de ebullición.
En otro bol (de acero inox o cristal) ponemos cuatro yemas de huevo medio batidas y un chorro de limón. La técnica consiste en poner el bol con las yemas encima de la olla con el agua para hacer la salsa al baño maria, removiendo muy bien las yemas . ES SUPER IMPORTANTE QUE EL AGUA NO LLEGUE A HERVIR PARA QUE LAS YEMAS NO SE CUEZAN. Mientras vamos removiendo (no batiendo) las yemas encima del agua caliente, vamos echando chorrito a chorrito la mantequilla derretida, pero poco a poco para que no se nos corte. Si lo hacemos bien, con paciencia y dedicación conseguiremos una textura de mayonesa ligera pero con un aroma y sabor exquisito. Lo chungo de esta salsa además es que debería ser comida al momento, ya que si la recalentamos se nos aguará toda la salsa...conservando el sabor por supuesto pero con una textura de salsa más líquida....así que lo suyo es prepararla al final justo antes de comer. Se sirve algo más que templada ya que nunca hemos llegado a calentar del todo la salsa. Se emplatan los raviolis con la salsa y se te giran los ojos al probarlo. Un plato delicioso como no los hemos probado antes, baratísimo y si no fuera por que la salsa requiere algo de dedicación... sería facilísmo. De todos modos lo dejeis de intentarlo y probarlo, merece mucho la pena.
Información nutricional de las acelgas (por 100 gr.)
a 15 - 20 calorías.
a 1,5 % de proteínas.
a 0,2 % de grasas.
a 2´5 % de carbohidratos.
a 0,4 % de fibra.
a 24 mg. de vitamina C.
a 1950 U.I de vitamina A.
a Además cubren el 25 % de las necesidades diarias de potasio, el 30% de calcio, la mitad del hierro, casi la mitad del magnesio, el 20 % de la vitamina E, yodo, ácido fólico y un poco de vitamina B.