miércoles

El Rincón del Cinéfilo Caliente

Ponyo en el acantilado (Hayao Miyazaki, 2008)

Para un niño el misterio no tiene explicación: el misterio es. Los niños son seres religiosos sin dogma, lo que les hace creer convencidos en la existencia real de dragones, brujos, hechizos, tesoros, piratas, hadas, fantasmas, duendes, vampiros y ogros. ¿Será por esa capacidad para creer por lo que Jesús dijo aquello de que “Dejad que los niños se acerquen a mí”?

En “Ponyo en el acantilado” hay un momento maravilloso: el niño Sosuke sale a la calle después de que un tsunami haya barrido el acantilado en el que vive y lo hace acompañado por la niña-pez que da nombre al título. “¿Has visto? El agua llega hasta la puerta”, dice él. Al segundo, los dos meten la cabeza en el agua y empiezan a ver animales extraordinarios. “Son criaturas del Devónico”, comenta Ponyo. Después de un breve silencio Sosuke se acuerda de su madre, que ha pasado la noche fuera, y decide reunirse con ella. Es memorable la forma en que Sosuke y Ponyo reaccionan con total normalidad ante un paisaje hecho de tsunamis, de olas que tienen ojos, de brujos salidos del mar y de animales extinguidos. Todo es posible en la infancia. Sobre todo, lo imposible.

Llegado a ese punto, “Ponyo en el acantilado” se convierte en la experiencia imprevisible y casi indefinible que suelen ser las películas de Miyazaki. Sus relatos siempre toman un camino tan insospechado como desconcertante. Desconcertante si se considera la línea recta como la mejor forma de contar una historia. En Miyazaki, la historia nunca es recta: está llena de asombrosos giros y de momentos que carecen de explicación causal. En sus relatos, el único compromiso es el de la fantasía.

Con la historia de la niña-pez que quiere convertirse en humana después de haber probado la sangre del pequeño Sosuke Miyazaki recupera la aparente sencillez de uno de sus títulos más emblemáticos, “Mi vecino Totoro”, después de haber firmado dos películas tan apabullantes como agotadoras. Para esa recuperación, opta por una animación tradicional basada en la técnica de la acuarela sin olvidar por ello su virtuoso sentido del detalle. Pródiga en escenas inolvidables (como el inicio, epatante; la secuencia del tsunami, donde Ponyo cabalga sobre las olas con el apoyo musical de una cita de Wagner; la conversación amorosa de los padres de Sosuke; el detalle de las medusas que flotan entre los árboles del pueblo anegado…), “Ponyo en el acantilado” es la prueba de que Miyazaki pertenece a esa clase de artistas que a veces prefieren mirar al pasado para seguir descubriendo el futuro.



Otra película fascinante

a la par que delirante

recomendada por
Lord Velasco
(el cuerpo del delirio)

9 comentarios:

Chicharrin dijo...

"¿Será por esa capacidad para creer por lo que Jesús dijo aquello de que “Dejad que los niños se acerquen a mí”? "

Muy bueno ateo!!! pero yo creo que quería que los niños se acercaran a él con otras intenciones...ya me entiendes...la bolsita de caramelos y esas cosas!

Chicharrin dijo...

Por cierto no es rollete sirenita?

Pussy Deluxe dijo...

¿Religión, blasfemias? Lo que da de sí un post de Lord Velasco, aunque sea de una peli infantil. Si es que este chico ya no sabe qué hacer para salir en los papeles!

Te aseguro Chichi que Ponyo carece de las curvas de Ariel, cosa que tampoco está mal. Es una niña y parece una niña. Bueno, a veces parece un pollo, aunque es un pez, pero no lo parece en ningún momento. ¡Qué lio!

La peli es fantástica y la pelea entre los padres vía señales, de lo más divertido que he visto en mucho tiempo. Me encanta que la madre sea tan políticamente incorrecta. Lo único que me sabe un poco mal es que Sozuke no sabe el futuro que le espera con la dominatrix Ponyo.

Besos

Pussy dijo...

Aviso urgente para El Caniche de Lady Magenta:

Caniche plis, TIENES QUE VER LA 2ª TEMPORADA DE "DAMAGES". Es total, y estoy que me subo por las paredes porque no puedo comentar con nadie lo estupenda y terrorífica que está Glenn Close

El Hombre de las Gafas dijo...

No tiene nada que ver con la Sirenita. De hecho no se pueden ni comparar.

De todas formas, y porque me apetece dejarlo caer, me gustó, disfruté y me parece mucho mejor película La Sirenita.

Caniche en Operacion Bikini dijo...

Pues a mi en general las pelis de este tipo me parecen muy entretenidas i no me parecen para nada infantiles, aunque por momentos, viendo El Castillo Ambulante, creí estar revisitando uno de esos episodios de Candy Candy que mi prima (q en la edad adulta se recicló en putón desorejado) me obligaba a ver.

Vale, no me obligaba, estaba enganchadísimo jiji

Ah, respecto al mayday de Pussy... ¿donde podria conseguir yo la 2ª temporada de Damages? uhm uhm.. déjame pensar....¿para qué servirá este iconito con forma de asno? jejeje. Voy a por ello, Pussy

Pussy dijo...

Queridérrimo Caniche,
te paso un link que, seguro conocerás, pero si no es así te cambiará la vida:

http://espoiler.tv/

La madre de todos los buscadores. Todas las series y todos los subtítulos al alcance de un solo click.

Lord Velasco dijo...

A Miyazaki no le moló nada La sirenita de Disney por su antropocentrismo: según él, no había ninguna diferencia entre las criaturas del mar y de la tierra. Por otra parte es lo que (casi) siempre pasa con Disney pero, como dice el Hombre de las Gafas, a mí el resultado me encanta.

Chicharrin dijo...

al final acabaré por creeros y todo, que la sirenita os gusta...me teneis muy confuso...pero mucho!