sábado

Clásicos de Hoy y de Siempre

LA BELLA DURMIENTE (Walt Disney, 1959)

Hay que ser muy cateto para no considerar a Walt Disney como uno de los artistas más importantes del Siglo XX. Y no es porque lo diga yo: es porque lo dicen "Pinocho", "Dumbo", "Bambi", "Peter Pan" o "La cenicienta". También lo dice "La bella durmiente", una de las obras más asombrosas y, al mismo tiempo, más subvaloradas de la productora.

"La bella durmiente" se estrenó en 1959 después de siete años de compleja gestación. Fue dirigida por Les Clark, Eric Larson y Wolfgang Reitherman bajo la supervisión de Clyde Geronimi, uno de los nombres más importantes de la Disney quien, junto a Wilfred Jackson y Hamilton Luske, había firmado todos los clásicos de la época dorada de los 50.

Ese cambio de directores da una idea de su condición de obra-bisagra. Pero lo que hace de "La bella durmiente" un verdadero punto y aparte en la trayectoria de la productora es su extraordinario diseño artístico: así como todos los clásicos de los 50, de "La cenicienta" a "La dama y el vagabundo", comparten un mismo estilo gráfico ya ensayado en cortometrajes previos y en el maravilloso mediometraje "La leyenda de Sleepy Hollow", y de la misma manera, también, que todos los largometrajes que siguieron a "101 dálmatas" bebían directamente de la revolución que supuso en esta la utilización del sistema Xerox, "La bella durmiente" no se puede comparar a ninguna otra: su belleza es totalmente aparte. Sus fondos, planos y estilizados, como salidos de retablos medievales, adelantan el "Perceval le Gallois" de Eric Rohmer. Todo en "La bella durmiente" es belleza, desde la utilización del color al diseño de sus personajes pasando por un prodigioso sentido del movimiento. Como siempre en Disney, la música es de capital importancia y la adaptación que hizo George Bruns del clásico ballet de Tachikovsky es extraordinaria, brillando especialmente en tres momentos antológicos: la batalla final, la muerte de Aurora y el fortuito encuentro entre la guapa princesa y el príncipe Felipe, con su posterior y célebre baile. De verdad: no hay forma de empezar a escuchar el "Eres tú el príncipe azul que yo soñé. Eres tú, tus ojos me vieron con ternuras de amor..." sin que, de repente, un nudo en la garganta nos ahogue.





Otra gran obra de arte

que conseguirá emocionarte

recomendada por


Lord Velasco

10 comentarios:

# dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
# dijo...
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# dijo...

Me encanta el doblaje latinoamericano de las pelis de Disney de aquella época, le da una magia...


pd: estan dando las carrera de F1 ahora mismo xD.

Anónimo dijo...

¡A mí también me encantan los doblajes latinoamericanos de la Disney, Chico Mutante!. Solo una vez me he pirado de la Filmoteca, completamente indignado: la vez en que fui a ver "La sirenita" y me la encontré redoblada a un castellano sosaina.

Anónimo dijo...

Queridos lectores:
Este es un lugar donde respetamos la opinión y el libre pensamiento de la gente que aquí escribe, el que no coincidamos con sus gustos y opiniones no debe darnos pie a insultarlos ni a reirnos de ellos. Es por eso que os ruego encarecidamente que modereis vuestros comentarios, de no ser así me veré obligado (con lo poco que me gusta) a censurarlos.

Gracias por vuestra colaboración.

Anónimo dijo...

Lengua, yo pienso que es mejor no censurar... ahora nos hemos quedado con la curiosidad de saber las barbaridades que habrán puesto, y no hay nada peor que la incertidumbre. ¿Que blasfemias o insultos se habrán vertido? En fin, hemos perdido la oportunidad de cebarnos con los impresentables y desahogarnos echando bilis por nuestras hermosas boquitas. Saludos. Yo soy mas de la cenicienta. La bella es algo más cursi.

Anónimo dijo...

Lo anterior... del inefable... Brazo bionico.

Anónimo dijo...

Imagínate, querido Brazo, que entre las muchas barbaridades comparaban el paquete del principe con el de Madonna o llamaban retrasados mentales a aquellos a los que nos gustan las pelis de Disney. Lo peor son los insultos vertidos al autor de la entrada, de muy mal gusto y que no pienso repetir.

Anónimo dijo...

Por cierto, querido Lord, totalmente de acuerdo contigo. La escena del encuentro en el bosque es insuperable tanto a nivel técnico como emocional. Para mí una de las cumbres cinematrográficas de todos los tiempos junto a la primera media hora de "Carretera Perdida", el final de "Todos dicen I love you" o "psicosis" entera.

Anónimo dijo...

Qué lista más curiosa... Pero la firmaría.