sábado

Vida y Milagros de Pussy Deluxe

Biblioteca breve

Tres libros estupendos que no ocupan demasiado espacio en el equipaje y sin embargo pueden hacer ameno cualquier desplazamiento y/o estancia bajo la sombrilla playera.

Para reír


'El asombroso viaje de Pomponio Flato', de Eduardo Mendoza (Seix Barral)

190 páginas en las que Mendoza vuelve a recurrir al espíritu burlón de aquel 'Sin noticias de Gurb' para narrar las peripecias de Pomponio Flato, ciudadano romano del orden ecuestre, que en el siglo I de nuestra era viaja hasta los confines del imperio romano en busca de unas aguas milagrosas que le aporten sabiduría. El azar lo conduce hasta Nazaret, donde su precaria situación económica le llevará a participar en la resolución de un crimen. Su cliente, un niño, de nombre Jesús, dispuesto a demostrar la inocencia de su padre, José, carpintero para más señas, injustamente condenado a morir en la cruz. Una lectura ligera y divertida repleta de ironías bíblicas que a mi me ha recordado las andanzas de otro investigador privado de la Roma imperial, Marco Didio Falco, creado por Lindsey Davis.


Para deleitarse


'Campo de amapolas blancas', de Gonzalo Hidalgo Bayal (Tusquets)

Tan sólo 78 páginas necesita Hidalgo Bayal para narrarnos la historia de una amistad y de paso reflexionar sobre cómo se engarzan los eslabones del tiempo en nuestra memoria. Una novelita breve que, como apunta Luis Landero en el epílogo, se lee en poco más de una hora. Al menos la primera vez, porque este 'Campo de amapolas blancas' encierra un perfume sutil que hace que su historia permanezca en la memoria y al poco caigamos en la tentación de la relectura, esta vez más pausada, porque conocido el final y saciada la curiosidad, uno puede demorarse en cada capítulo.


Para disfrutar


'Tretze Tristos Tràngols', de Albert Sánchez Piñol (La Campana)
Si a estas alturas no habéis salido corriendo a comprar lo último de Sánchez Piñol es que no habéis disfrutado de 'La pell freda' y 'Pandora al Congo', dos de las mejores novelas de los últimos años. A la espera de que publique la última entrega de su trilogía dedicada a los monstruos, nos llega esta recopilación de trece cuentos que como informa la contraportada, “només tenen en comú que són tretze, qué son tristos i que els seus personatges passen tràngols”. A lo que cabría añadir que son irónicos, surrealistas y brillantes. Una gozada de lectura, como ocurre siempre con Piñol.

Otra muestra de incontinencia lectora

de la siempre encantadora

Pussy Deluxe

(en New York)

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Uno no da abasto con tanto libro que quiere leer!. De los que dices, me llama la atención el segundo libro: lo intentaré pillar.

Anónimo dijo...

pues yo de Eduardo Mendoza, tengo ganas de leer este nuevo, porque los otros me encantaron. Me lo pasé bomba leyéndolos, pero a ver si termino con el pedrusco del Ken Follet, que me están saliendo abdominales de aguantarlo.

Anónimo dijo...

Pues mira hija, pásame el libro ese cuando lo termines a ver si yo también crio alguna abdominal que falta me hace.

Una pregunta para Pussy: Pussy querida, ¿Tú duermes? Porque no me explico de donde sacas tiempo para ver tanta serie y película y leer tanto libro y cómic (y el Pronto, que todo se sabe).

Anónimo dijo...

El Pronto y el Cuore, Lengua Querida, que a una le gusta estar informada. Y claro, me he enterado de que Dani, el del Canto del loco, vuelve a estar soltero, así que ánimo Kresper ¡a por él, que seguro que con esas abdominales seguro que cae! Por cierto, ¿qué tal está la segunda parte de Los pilares de la tierra?

Anónimo dijo...

Alguien me puede pasar el Pronto de esta semana???. Estoy superinteresado en la noticia de la Infanta Leonor que dice que ha bailado Grease en la guardería.

Anónimo dijo...

pues la segunda parte, ahora que voy por la 300 y pico, está ya muy interesante, y como en la primera les pasa de todo.
Y ya me he enterado de lo de mi Dani querido, y ya el he pedido a Chema permiso para que si me lo encuentro por la calle, poder atacarle y tirarme al cuello...
No le ha hecho mucha gracia y no sé porqué.

Anónimo dijo...

Gracias Pussy por kulturizarnos... que con tanta Mamonna y Naranjo, uno acaba más atontao de lo que está.
Para el resto, el de Mendoza es mu divertido (lo ratifico), y el de Schez Piñol (que estoy leyendo, porque soy muy lento) es turbador, a su estilo inconfundible.
Mu güenas recomendaciones, Pussy, estás fantástica. Qué te voy a decir yo...