jueves

Clásicos de Hoy y de Siempre

Una de aventuras No sé a vosotros, pero a mí con la llegada del verano me sobrevienen unas ganas irrefrenables de disfrutar de la aventura. Esa promesa de aventuras, con mayúsculas y al alcance de todos, que evocan nombres como Dumas, Melville, Stevenson, Conrad, Kipling, Sabatini, Scott, Salgari, Verne y tantos otros que poblaron aquellas ociosas tardes estivales de la infancia que se prolongaban casi tres meses y cuyo único rastro de disciplina quedaba reducido a los cuadernos Santillana. Porque más que ningún otro género, para mí la aventura está ligada a la época estival. Primero porque es el momento ideal para dejarse enganchar por novelones que, como “El conde de Montecristo”, superan las mil páginas; y sobretodo, por su vitalidad y optimismo, capaz de hacerme desear, aún ahora, bien entrada en la treintena, navegar en uno de esos barcos piratas rumbo al mar Caribe, con las velas henchidas de libertad y las bodegas repletas de ron, sin más ley que la dictada por los Hermanos de la Costa ni más compañía que la de caballeros de fortuna con tanto carisma como desvergüenza. Por todo esto os recomiendo que le deis un repaso a vuestra biblioteca, y si no a la que tengáis más cerca, y que comprobéis cómo los clásicos siguen siendo tan emocionantes como el primer día. Además, editoriales como La Magrana, Emecé y Valdemar han realizado en los últimos años unas reediciones estupendas.
Yo tengo entre manos “El caballero de Hector de Sainte-Hermine”, un texto inacabado de Dumas, del que sólo se conservan mil páginas, inédito hasta ahora y que Emecé tuvo el buen criterio de editar el junio del 2007. También os recomiendo encarecidamente la lujosa edición que La Magrana editó en 2002 de otro clásico de Dumas, “El comte de Montecristo”. También son una gozada las 779 páginas de “Mil y una aventuras. Los mejores relatos de aventuras aparecidos en Valdemar (1987-2003)”, editados por El Club Diógenes en Valdemar. Y como no podía faltar una referencia cinematográfica, os sugiero que le echéis una ojeada a un libro estupendo que José María Latorre, vía Libros Dirigido, publicó allá por 1995, “La vuelta al mundo en 80 aventuras”, que repasa el tratamiento cinematográfico de la aventura.

Aunque si estáis demasiado acalorados para leer, permitíos una refrescante mirada a pelis como “El temible burlón”, “El cisne negro”, “La isla de los corsarios”, “Scaramuche”, “La isla del tesoro”, “El mundo en sus manos”, “El capitán Blood”, “Piratas del mar caribe”, “El halcón del mar”, “Robín de los bosques”, “El halcón y la flecha”, “Ivanhoe”, “La mujer pirata”, “El hidalgo de los mares”, “Los tres mosqueteros”, “La pimpinela escarlata”, “El prisionero de Zenda”, “Beau Geste”, “Los inconquistables”, y mil más, en B/N o en glorioso technicolor, todas maravillosas e imperecederas.



Una calurosa recomendación
para superar el sofocón
a cargo de
Pussy Deluxe

4 comentarios:

Anónimo dijo...

No se me ocurre mejor plan que el de zambullirse, como dices, en una de esas pelis o libros y entonces soñar, soñar y soñar.

Anónimo dijo...

Y si la vemos con una piña colada, aún mejor.

Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...

Qué películas tan evocadoras (cómo disfruté siendo niño, saltando por los algarrobos de Can Roca, después de haber visto "El halcón y la Flecha" o "Robin Hood") y qué grande el Club Diógenes de Valdemar, a mi parecer, la mejor edición de libros de bolsillo.